Trayecto: Refahyie - Erzincan
Distancia recorrida: 76 km
Tiempo circulando: 5:42 horas
Media: 15 Km/h
Tiempo: Nieve
Durante la noche, desde las ventanas del hotel, se veía como caía una gran nevada. Al amanecer los habituales rezos de la mezquita de Refahiye me despertaron. Volví a mirar a través de la ventana y no había dejado de nevar ni un momento. Lo bueno es que la nieve no había cuajado en la carretera y la vía estaba abierta para continuar con la marcha. Para asegurarme de que no había problemas en mi recorrido, le pregunté al recepcionista del hotel por los peligros de la misma y me dijo que no había mayor problema que el frío y la nieve que caía.
Recogí mis cosas y empecé a subir poco a poco las cuestas que había en mi ruta. Cada vez había más nieve a mi alrededor y, como la historia tiende a repetirse, en el peor momento del recorrido volví a pinchar como en el día anterior. La única diferencia es que no era tan tarde y podía reparar más tranquilamente el pinchazo de la rueda. Otra vez las manos congeladas por el frío hacían imposible una óptima maniobra. Aún así conseguí reparar la rueda y continuar la marcha con el cuerpo algo tocado por el frío y con ganas de llegar a mi destino.
La subida hasta los 2200 metros, que había en el punto más alto del puerto, se me hizo difícil después de la parada; pero una vez caliente conseguí superarla y bajar en picado hasta Erzincan, con la única historia de coger los 68 kilómetros por hora de máxima.
Tuve mucha suerte ya que, nada más llegar a Erzincan, en uno de los primeros semáforos, Oguzhan, un chico que detuvo su coche para saludarme, me hizo parar. Me preguntó de donde era y que hacía por ahí y habiendo respondido a sus preguntas me ofreció un té en una asociación de bicicletas de Erzincan. Como no tenía nada mejor que hacer y viendo que parecía un buen chico acepté.
Un Km. más adelante y al lado de un hospital estaba la asociación, aún a medio arreglar. Al llegar nos esperaba Tayfun, el coordinador, que me ofreció entrar y tomar un té. Me explicaron que la asociación tenía más de un millar de socios y que organizaban eventos y excursiones en bicicleta por la ciudad y los pueblos de alrededor. También me contaron que, cada año para el 13, 14, 15 y 16 de junio, organizaban un festival internacional de bicicletas y que cualquier persona estaba invitada. Su nombre es: Erzincan Ergan Mountain bike festivals. Yo no podré asistir pero me encantaría. Lo dejo aquí escrito por si alguien se anima. Al cabo de un rato, Emrah, se unió a la conversación. Era un fotógrafo que, al igual que yo, le gustaba el diseño y sus fotos tenían mucho talento.
Después de un rato de conversación me ofrecieron ir a una tienda de bicis para reparar cualquier cosa. En la tienda conocí al mecánico y a su hijo. Al cabo de un rato se nos unió Umut, otro amigo de Tayfun y compañía. Ellos me llevaron a un hotel en el que podía pernoctar y desayunar gratis. Toda una suerte. Otros más para unir a mi larga lista de gentes amables que me han ayudado en mi ruta por el mundo.
Después de ducharme me invitaron a cenar pizzas turkas y a tomar unu salep (leche caliente con canela y polvo de orquídeas) muy rico y saludable.
Sobre las 9 me despedí de ellos y me fui a dormir para, mañana, continuar mi viaje a Georgia.
La vuelta al mundo en bicicleta por Jordi Romo
Etiqueta: La vuelta al mundo
12 / 03 / 14