Trayecto: Brescia - Marostica Distancia recorrida: 148 km Tiempo circulando: 7: 46 horas Media: 19 km/h Tiempo: Sol
Seguro que al ver tantos kilómetros en la distancia recorrida pensaréis que me he vuelto un poco loco y que me encanta hacer kilómetros porque sí... pues no, el problema ha surgido cuando, habiendo quedado con Ricki por la noche en Marostica -pese a que me desviaba un poco de mi ruta- he cosultado el GPS y... oh sorpresa, 150 kilómetros hasta su casa!
Sabía que podía hacerlos aunque, con todos los kilómetros que llevo encima y, sobretodo, las subidas de los alpes, pensaba que me iba a costar más. Total que en todo el día me tenía que dedicar casi exclusivamente a hacer kilómetros, parando, eso sí, en Verona y Vicenza, dos bonitas ciudades que merecían ser visitadas.
Con toda la energía que me ha aportado un buen desayuno, tras subirme a la bici me he topado con ciertas dificultades para salir de Brescia. ¡Ya por fin en carretera! Un buen trecho después, Verona, con su imponente fortaleza militar y sus muchos monumentos de su rico pasado. Kilómetros después he pasado por el lago di Garda, uno de los lugares más turísticos y bonitos del norte de Italia, hasta llegar a Vicenza, la ciudad de Palladio, el famoso arquitecto del siglo XVI.
Todo ello para llegar a las siete de la tarde a Marostica y, por si faltaba algo, perderme un rato por el pueblo, ya que la calle que me pasó Ricki no aparecía en mi GPS. Al final Ricki me tuvo que rescatar aunque, todo sea dicho, cuando me encontró ya estaba casi al lado de su casa.
Ya con Ricki y Ariadne en su casa, me ofrecieron una gran cena, para engordar un poquito, y así poder recuperar un poco las energías gastadas hoy. Después del partido del Madrid-Juve, (Ricki que es mucho de la Juve y yo como es normal, y más contra el Madrid, tenía que apoyar a la Juve;). Después me llevaron a visitar el pueblo y me enseñaron un poco de su historia, con su castillo. También me contaron la famosa celebración del ajedrez, con figuras humanas, que cada 2 años en septiembre se lleva a cabo en el pueblo.
Ya, para finalizar, me llevaron a beber un café descafeinado con un rico helado... ¡molto bono!
Y después de eso... a la cama y a descansar para así, mañana, poder visitar algo más este precioso pueblo.